2º premio del concurso de relato corto

EL SECUESTRO

Desperté de repente, con el sonido sordo de un golpe a lo lejos.

Todo estaba oscuro, exceptuando un pequeño rayo de luz pálida, que brotaba de un ventanuco, a unos tres metros de mí. Cuando levanté para acercarme a mirar por el hueco, las piernas me fallaron y perdí el equilibrio. Intenté volver a erguirme, y esta vez conseguí llegar hasta la ventana; fuera, divisé un viñedo y al lado de la obertura al exterior, se encontraba un perro, cabizbajo, haciendo unos movimientos un tanto antinaturales. Cuando me fijé mejor, pude ver también a un hombre, que le daba órdenes en un idioma extraño al animal. Éste las ejercía con una postura muy dominante.

Lo cierto es que estaba tan impresionado por lo había visto que no se me había ocurrido pensar por qué estaría ahí metido, por lo que decidí preguntarle a aquel hombre si podía ayudarme.

Cuando le llamé la atención, se acercó a mí con algo fino y alargado que parecía una tubería o un barrote, y me golpeó, dejándome inconsciente.

Y eso es todo lo que recuerdo, agente; ¿Puedo retirarme ya?

- Sí, por supuesto, gracias por su colaboración.

Jessamijn Ana Romero Rempe

2º ESO F