Día y noche sus letras. Sin fronteras.
Da igual que sea febrero, qué importa que sean las mañanas de mayo, son afiladas, son indomables, "escritas con sangre para ser leídas con sangre" como dijo tal fulano llamado Pablo Neruda.
Letras: tenaz el agua del río diligente. Juan Carlos Aragón.
Y al primer verso se empeña, aún en el gentil hastío de las conciencioas deshabitadas de esta sociedad, haciendo alarde de críticas y bordando consigo perpetuo sentir. Algo de olvido tiene la raza del tirano. Permíteme que te diga:
como ellas subtitulan sus pechos de catarata ardiente y noble. Luego, luego cuando de su vida la boca del naufragio, con los muertos esa pasión embalsamada -que fue torbellino en la sien del hombre, de nuevo del agua y del campo- ahora cenizas. Esa, tú, mujer que despellejas la palabra, mujer de Chanel, mujer escupida por la cobardía, escondida en las cuerdas del asesino. Levántate mara desaforada y vístete de hiedra y de estrella. Piélago.
Costa gaditana, dibujas los bordes de mi Cádiz. Silueta de comparsa. Nosotros somos hijos de la cultura y escúchame España acusadora porque no tienes noche celeste sin Andalucía. Ni poemas en la desbaratada turba de los callejones. Viciosa la lun a surrealista y la carnal bohemia, la tarde, y el miedo en le vertedero y la libertad en los carnavales.
Bernabé 2º Bach AB.
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