Se trata de un perro que tenía mucha hambre y mucho frío. Se acorrucó en un pesebre. Cuando los bueyes llegaron tenían ganas de cenar y el perro no dejó comer a los bueyes.
La enseñanza es : No le nieges a los demás lo que no puedes disfrutar.
La hemos elegido porque nos enseña sobre los egoístas.
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