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Club de lectura

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Tras la lectura de La cabeza perdida de Damasceno Monteiro, de Antonio Tabucchi, libro que ha recibido muy buenas críticas entre nuestras lectoras, proponemos ahora un libro que de seguro no dejará indiferente a nadie: El lector, de Bernhard Schlink.

      La novela narra la historia de un adolescente que conoce a una mujer madura con la que inicia una relación amorosa. Antes de acostarse juntos, ella siempre le pide que le lea fragmentos de Goethe, Schiller& hasta que un día ella desaparece. Siete años después, el joven, que estudia derecho, acude al juicio de cinco mujeres acusadas de crímenes nazis y descubre que una de ellas es su antigua amante. Una deslumbrante novela sobre el amor, la culpa, el horror y la piedad.

     Bernhard Schlink (Bielefeld, 1944) ejerce de juez y vive entre Bonn y Berlín. Es autor de cuatro novelas policíacas acogidas con gran éxito de público y galardonadas con diversos premios. Después publicó El lector, que fue saludad como un gran acontecimiento literario tanto en Alemania como en sus 30 traducciones y se convirtió en un extraordinario best-seller internacional, un clásico moderno. Fue galardonada con diversos premios, como el Hans Fallada, el Welt de literatura, el Ehrengabe de la Sociedad Heinrich Heine, así como el Grinzane Cavour en Italia y el Laure Bataillon en Francia. Su libro posterior, Amores en fuga, confirmó su extraordinario talento.

 

Retomamos el club de lectura

Retomamos el club de lectura

La cabeza perdida de Damasceno Monteiro, de Antonio Tabuchi

 

Antonio Tabuchi  (Pisa, 1943) es uno de los escritores italianos contemporáneos más importantes. Profesor de Lengua y  Literatura Portuguesa en la Universidad de Siena. Portugal, sus gentes, su historia más reciente , sus paisajes, conforman la materia narrativa de algunas de sus obras más conocidas, como La dama de Porto Pim ( 1983), Sostiene Pereira (1994), Los últimos tres días de Fernando Pessoa ( poeta portugués cuya obra ha traducido al italiano)  o La cabeza perdida de Damasceno Monteiro(1997).

La obra de Tabuchi ha sido traducida a multitud de idiomas y ha recibido premios de extraordinario prestigio. Indudablemente Tabucchi es famoso por Sostiene Pereira, novela política  que incluso fue llevada a la pantalla con una de las últimas intervenciones de Marcelo Mastroianni en el papel principal. La cabeza perdida de Damasceno Monteiro es también una magnífica novela política que confirma a Tabucchi como uno de los mejores escritores italianos. Como en la historia de Pereira, la historia de Damasceno no es solamente ficticia.
La idea de escribir esta novela nace, como en el otro caso, de una noticia. El 24 de mayo de 1996, Carlos Rosa (Damasceno Monteiro), ciudadano portugués, fue asesinado y su cuerpo se halló en un parque público, decapitado y con señales de malos tratos.

 

El alma, el cuerpo y los ciudadanos políticos

Creo que todos debemos hacer política en sentido civil. Tenemos que exigir nuestros derechos. Como ciudadanos tenemos muchos deberes y tenemos que cumplirlos, pero hemos de exigir nuestros derechos. En estos momentos, en un país como Italia se han verificado casos de tortura. Italia, se adhirió a la Convención Europea contra la tortura, pero como esto no está incluido en el código penal, los policías culpables no fueron condenados. Yo creo que la literatura se puede y se debe ocupar de estas cosas. Kafka se ocupó de ello hace casi un siglo con ‘La colonia penal’.

Como ciudadanos tenemos que defender el derecho a nuestro cuerpo, el derecho a no ser castigados de forma física. Yo respeto mucho a quienes creen en el alma, pero, a lo largo de la historia, existen muchos períodos históricos en los que el alma existe y otros en los que no, períodos en los que hay más y otros momentos en que el alma está de vacaciones. Pero el cuerpo siempre existe, no ha cambiado, y hay que cuidarlo.

                                               Antonio Tabuchi

El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon

El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon

   Nuestro próximo encuentro ( el martes 31 de marzo a las seis de la tarde) tendrá como protagonista a Cristopher, un niño de quince años que conoce las capitales de todos los países del mundo, puede explicar la teoría de la relatividad y recitar los números primos hasta el 7.507, pero le cuesta relacionarse con otros seres humanos. Le gustan las listas, los esquemas y la verdad, pero odia el amarillo, el marrón y el contacto físico. Si bien nunca ha ido solo más allá de la tienda de la esquina, la noche que el perro de una vecina aparece atravesado por un horcón, Christopher decide iniciar la búsqueda del culpable. Emulando a su admirado Sherlock Holmes el modelo de detective obsesionado con el análisis de los hechos-, sus pesquisas lo llevarán a cuestionar el sentido común de los adultos que lo rodean y a desvelar algunos secretos familiares que pondrán patas arriba su ordenado y seguro mundo.

El autor de esta novela, Mark Haddon (Northampton, 1962) es un escritor, ilustrador y guionista británico.Ha escrito numerosos libros para niños y un poemario. Trabajó durante un tiempo con personas con deficiencias físicas y mentales, lo que le ayudó a crear su primera novela "El Curioso Incidente del Perro a medianoche" (2004), ganadora del premio Whitbread y el Commonwealth. Antes de escribir este libro, ya había escrito cuentos para niños y también los había ilustrado. También participaba en la creación de guiones para series y películas de TV.

Sobre el  el síndrome de Asperger hemos encontrado las siguientes recomendaciones:

 

Otra forma de mirar. Memorias de un joven con Síndrome de Asperger.
AUTOR: Miguel Dorado Moreno
 EDITORIAL: www.librosalacarta.com - Madrid
Contacto: Librería PARADOX: paradox@paradox.es
 
Soy un niño con síndrome de Asperger.
AUTOR: Kenneth Hall  
EDITORIAL: Ediciones Paidós Ibérica, S.A.
Contacto Web: www.paidos.com Email: paidos@paidos.com  

Nacido en un día azul.
Autor: Daniel Tammet
Editado por: Editorial Sirio, S.A. – Málaga

 

Sueños en el umbral, de Fatema Mernisi

Sueños en el umbral, de Fatema Mernisi

Sueños en el umbral ( Memorias de una niña del harén) , de la escritora marroquí  Fatema Mernisi( Fez, 1940) es el próximo libro propuesto en nuestro club de lectura. Hemos quedado citados el martes 10 de marzo a las seis de la tarde para comentar esta lectura. A continuación ofrecemos la entrevista publicada en El País semanal el pasado mes de julio.

ENTREVISTA A FATEMA MERNISSI

"Todos somos nómadas digitales"

LOLA HUETE MACHADO 06/07/2008

 La socióloga marroquí se ha ocupado del amor, de los derechos de la mujer, de romper estereotipos entre culturas. Y ahora, de la influencia de Internet en el islam.

En su casa, un cuarto piso en el barrio de Agdal, en Rabat (Marruecos), todo es artesanía y recuerdos, sillones y alfombras apetecibles, té y pastas que se ofrecen al visitante en mesa baja. Las plantas refrescan, en esta calurosa tarde de junio, una terraza desde la que no se ve el mar, pero se intuye. Porque la playa como metáfora de la comunidad (ummah) que vive y convive en paz está siempre en la mente de la anfitriona, Fatema Mernissi. A sus 68 años, esta socióloga y escritora humanista, historiadora y profesora, premio Príncipe de Asturias 2003, sigue siendo mujer poderosa, rotunda, coqueta: aparece vestida con uno de los chalecos que ella misma confecciona, un gorro rojo sobre su media melena, joyas de plata en cuello y manos. Es, además, charlatana entregada que no gusta de programas ni de agendas apretadas porque su pensamiento y palabra son incontenibles, idas y venidas a los infinitos temas que sacuden su mente. No hay contenedor posible para guardar tanto. Valga aquí sólo un cabo, ese hilo conductor y recurrente en su discurso actual: la importancia última y creciente de las nuevas tecnologías (Internet, móviles, televisión vía satélite) en las relaciones personales y sociales en los países islámicos? ?Con ellas se rompe el hudud, las fronteras espaciales que dividen el universo en ese ámbito privado donde habitan y, se supone, se protege a mujeres y niños, y el público, donde los hombres adultos ejercitan su autoridad??. Ahora, gracias a Internet, todos somos nómadas digitales (ver www.mernissi.net). Y eso no tiene precio, asegura. En especial para las mujeres y la sociedad civil. ?La cuestión ya no es to be or not to be, sino to navigate or not to navigate?.

 

Y además, ese sentido profundo de la comunidad que poseen los musulmanes ha encontrado en lo cibernético un cauce inmejorable ??una ventana siempre abierta?? para expandirse, dice ella, apurada por la hora porque tiene una cena ?importante?. Relax, relax ante todo, aconseja, sin embargo. ?Internet es una herramienta perfecta para extender esa idea del amor altruista que ya existía en la literatura islámica y sufí desde tiempos del poeta andaluz Ibn Hazm [año 994], algo tan necesario para sobrevivir en los tiempos que corren?. La inteligencia emocional, tan de moda, ya era asunto islámico hace diez siglos, asegura. De eso habla precisamente en su obra El amor en el islam, publicada en 1988, que, revisada, se reedita ahora en España (Aguilar). ?El choque actual?, asegura, ?no es entre civilizaciones, como afirmaba Samuel Huntington, ni siquiera entre religiones, sino entre el concepto islámico de ulfa (amor generoso, desprendido, altruista) y el consumismo occidental, individualista y feroz?. O quizá, apuntó en uno de sus artículos, sea ?un choque de sueños?: ?El hombre moderno ha olvidado la religión, pero lo sagrado sobrevive, enterrado en su inconsciente?. Ahí está el enigma y quizá la razón del desencuentro.

Y más: ve Mernissi en este nuevo tiempo digital otra gran ventaja. ?El poder y el saber ya no son sólo patrimonio de las mezquitas o las madrasas?. Y nadie mejor que ella para saberlo. ?¿Qué ha sido del libro El harén político, que fue prohibido en su país? ¿Sigue estándolo??. ?Qué más da eso ya. Ahí está colgado en Internet. Ahora, si te prohíben una obra, es estupendo; la promoción es automática en la Red, y tremenda?.

Se reedita su libro ?El amor en el islam?, en el que habla de la creciente popularidad en la Red del poeta cordobés Ibn Hazm, de la mística del amor y de los sufíes. Sí, pero?, ah, no he visto la edición española. ¿La tienes? ¿Han incluido las 50 palabras para decir amor en árabe a modo de diccionario? Ah, lástima. En la versión francesa aparecen en la lista de Ibn Hajala, un imán del siglo XVI: hawâ, sabâb, alâqa, chaghaf, wajd, kalaf, chawq?

Sí, aquí están todas en la página 35; a saber, ?mahabba?, ?alaqa?, ?miqa?, ?sajw?? Sí, sí. ¿Y han incluido las fotos de las portadas de las revistas panárabes que les indiqué? Ah, sí. Aquí están. Son algunas publicaciones femeninas y familiares que se pueden encontrar en los quioscos de Bagdad a Casablanca.

¿Cómo se llaman? ¿De qué hablan? Las hay como Rose el Youssef, egipcia, que se pregunta por qué las más hermosas de las mujeres ya no quieren casarse; Teens Today, editada en Abu Dabi y preocupada por la moda de los desnudos en los videoclips; Zahrat al Khaleej [La Flor del Golfo Arábigo], de Dubai, que se plantea: ?¿Está Internet destruyendo las relaciones matrimoniales??. Otra es Laha [Para Ella], de Beirut, que informa de que una de las últimas modas en Líbano es que las mujeres celebren su divorcio con fiestas por todo lo alto, en las que, además, anuncian su disponibilidad. Al Sada, de Dubai, se autoproclama ?semanario de la familia árabe?, y en su número 453, de diciembre de 2007, titula: ?Los hombres necesitan Viagra? Las mujeres lo están pidiendo?.

Todas las portadas están allí, bien impresas. Así que Mernissi se preocupa antes de nada por la comida, la miel, los crêpes o esos dulces de almendra como los que se preparaban en Al Andalus? ?Y estos crêpes, ¿sabes?, los venden las mujeres hoy por todo el distrito. La mujer ha salido de las cocinas, y ése era el sueño de mi abuela, ganarse la vida vendiendo cuscús??. Un sueño hecho realidad. La escritora, activista y crítica, se ocupa desde siempre en mostrar esos cambios sociales y en intentar desenredar las uniones nefastas y habituales entre aspectos negativos (como antidemocracia, represión de la mujer, terrorismo) y el islam.

¿Sigue siendo tan inmenso como antaño el desconocimiento entre el mundo islámico y el occidental, o ha mejorado? Te doy un ejemplo último: la asociación automática juventud-violencia. Es tan delirante como la de islam y terrorismo, olvidando que este último surgió también en ciertas democracias occidentales laicas (ahí están las Brigadas Rojas en Italia, el IRA en Irlanda, la Baader-Meinhof en Alemania). El terrorismo moderno está lejos de ser un fenómeno religioso, local, racial o demográfico, como pretenden las tesis reduccionistas. Más bien es fruto de una economía fuertemente consumista que ignora la ética humanista; eso es lo que llevó a la revuelta a los jóvenes europeos de los años setenta. Y los que los entrenan no son jóvenes precisamente.

Lo afirma y lo enseña en uno de esos esquemas repletos de datos y fuentes que prepara antes de sus conferencias. Para analizar este tipo de relaciones peligrosas, y tras los atentados suicidas en Casablanca (abril, 2007), Mernissi organizó un seminario titulado ¿Con qué sueñan los jó­venes?, en el que reunió a diversas generaciones, gente con estudios y sin ellos, artesanos y escritores. La conclusión: ?Debe evitarse de una vez por todas y en nombre de los derechos humanos ese reflejo discriminatorio de insultar a los jóvenes en general y a los pobres en particular cada vez que hay un atentado?.

¿Cómo luchar contra esa falta de entendimiento, los estereotipos?? [Ella hojea un libro de fotografías sobre Marruecos de Alfredo Cáliz y se detiene en una en la que un montón de cabras aparecen subidas a un árbol, y de ahí surge un tema, un discurso, una historia?]. Es el acebuche, que produce el fruto del que se extrae el aceite de argán. ¿Lo conoces? Las tribus bereberes del suroeste lo usan en su dieta y como medicina. Un cosmético buenísimo, para todo? Pero debes usarlo por la noche? Por el día, no, es dañino con el sol?

En un foro organizado por el Centro Niemeyer, en Avilés, hablará usted [lo habrá hecho ya] de cómo enfrentarse a la soledad y la depresión como viajeros globales que somos. ¿Le preocupa la depresión hoy? Sí, todo el mundo parece estar deprimido? Aquí también, no sólo en Occidente. Lo planteo así: Estrés y depresión como problemas planetarios causados por la nueva religión del mercado. Son temas que nos preocupan y ocupan también; mira, por ejemplo, Al Arabi, revista de Kuwait, edición de abril pasado. Titula La ansiedad es nuestra epidemia del siglo. Entre la lista de causas están primero los problemas familiares, pero hay otros nuevos que revelan que la sociedad árabe actual está invadida por el consumismo. ?Una sociedad regida por valores materiales y beneficios, y las batallas consiguientes para conseguirlos?. La nueva fe mundial es la religión del mercado. Y tiene un aparato eclesiástico completo. Lo dice Richard C. Foltz: hay sacerdotes (economistas), misioneros (la industria publicitaria) y una iglesia (el centro comercial). Posee hasta un sistema ético cuya máxima virtud es ir de compras. Y los fieles se llaman consumidores.

¿Y esa imagen del señor con gesto preocupado que aparece en ?Al Arabi? es Julio Iglesias? No, no. Pero Julio Iglesias es el modelo de hombre ideal aquí, con el que sueñan las jovencitas. Todos los héroes libaneses son como él. Y mira, en esta otra revista digital, la religiosa Ommati [Mi Comunidad Musulmana], te dicen cómo combatir la depresión: ?No dejes que el pesimismo te invada, mira a la parte del cielo por donde sale el sol cada mañana. No hay puesta de sol sin salida. Mira siempre el lado soleado de tu vida?.

Sí, hay imanes famosos, como Al Qaradawi en la cadena Al Yazira, que se dedican a aconsejar sobre cómo salir adelante en este camino tortuoso. ¿Son muchos? No te puedes imaginar cuántos. Todas las revistas impresas o digitales tienen páginas de consejos y de contactos amorosos. Mira en Islamonline o en Muslima.com.

Que todo el mundo necesita amor está claro, ¿pero cómo se consigue? El poeta Adonis dice: ?Pesimismo es una rutina, optimismo es creatividad?. ¿Cómo conseguirlo? Ah, hay que desarrollar escenarios. Pero esto no se consigue con dinero. No con el modelo de los países del Golfo. Fui a Dubai y todo lo que vi fue consumismo. ¿Están invirtiendo en calidad? No. Había ochenta paquistaníes esperando el autobús, y me dije: si no pueden resolver el problema del transporte, no pueden resolver nada. Por eso no acepté hacer este debate [el del Centro Niemeyer] allí, sino en España.

¿Qué fue de su idea de fotografiar a un millón de musulmanes en la playa como testimonio de la heterogeneidad de la sociedad marroquí? Nunca fue una foto para realizar, sino una imagen concepto, algo que se ve cada día de verano. La playa está repleta de gente, de todas clases, y no están luchando, no hay violencia. Es la visión de una comunidad viva. Un ejemplo: si deseo dejar mis ropas al cuidado de alguien, si se las doy a un alemán me dirá: ?Ah, no, no es mi responsabilidad?; pero un marroquí me preguntará: ?¿A qué hora vuelves? ¿En media hora? Vale?. Él forma parte del grupo. La playa es un nuevo espacio público, pacífico, familiar, donde, cuando uno come, ofrece al otro, al paseante. Esto no es Nueva York.

¿En qué otros proyectos anda? Buscar, por ejemplo, cómo se dice ?te quiero? en marroquí o en bereber, en ciudades o en los pueblos, en una música u otra? Ése es el concepto. Yo sé como se dice aquí, en árabe, pero no en las montañas. Hay nuevas creaciones del lenguaje?

¿Y cuántas palabras hay sobre depresión? Muchas: confuso, triste, quemado, avergonzado? Voy a escribir un libro sobre cincuenta palabras que he descubierto?

¿Qué pasa con todas estas ?webs? para encontrar pareja?? ¿No son un peligro para el matrimonio tradicional? ¿Es posible casarse a través de Internet? ¿Esos matrimonios son ?halal?, están aceptados por el islam? No. Para que un matrimonio sea válido tiene que haber testigos físicos. Pero se están dando todo tipo de casos. Incluso divertidos. Un chaval se casó con una mujer de Finlandia, obtuvo el visado, se fue a verla y regresó pronto porque allí había sólo tres horas de luz? ¡Ja, ja! Sucede. Y creo que fue en la Embajada canadiense donde me contaron que había un montón de demandas para matrimonios? Bueno, una cosa es segura al hablar de jóvenes: que no te puedes ganar la vida si te quedas sentado en casa. Seas de donde seas, americano o africano. Es más, tradicionalmente, el islam empuja a la movilidad como forma de aprendizaje y crecimiento. Tenemos la luna, los ciclos?; si no hay agua aquí, vas allá. La Tierra no tiene límites. Por eso no me sorprende que los musulmanes sean los más beneficiados con Internet. Ya tenían su comunidad creada. Una mundial que hace que en ningún sitio seas extraño: sucede en los viajes, en los mercados. Por ejemplo, a mí me enloquece la joyería, y cuando voy a Dakar (Senegal) a comprar plata me dicen: ?¿De dónde eres??. ?Ah, Marruecos?. Y el precio baja. No bromeo. Es el sentido de comunidad? Algo fabuloso que Internet ha revitalizado. Aquí hay cibercafés por todas partes.

La familia tradicional debe de andar preocupada con tanto intercambio? No tanto, es que eso forma parte del teatro oficial. Aquí sucede como con las familias católicas en Europa: se violan las reglas todo el tiempo; pero de puertas afuera, nada se ve. Catolicismo pragmático. La diferencia entre lo que es público y lo que es privado. Aquí es igual.

Internet es entonces para usted una herramienta de libertad? Desde luego. Siempre desde el punto de vista individual. Y hay que darse cuenta de algo, como dice la BBC en árabe: el problema no es cómo nos casamos en los países islámicos, la noticia verdadera es que la gente no lo hace; hay nueve millones de solteros en edad casadera en Egipto, por ejemplo.

¿Es más habitual el divorcio? No lo sé, el divorcio siempre existió; no es un tema.

En su libro apunta una tendencia, similar en Occidente: que los hombres abandonan a su mujer y se casan con otras más jóvenes. Sí, pero hasta eso está ya demodé. Yo diría que la noticia es que la tendencia hoy es que son las mujeres las que dejan a sus maridos porque tienen sus trabajos, y se casan sólo si lo desean y no porque la familia necesite dinero.

¿Y qué hay de la poligamia? Desde que en Marruecos se aprobó el nuevo código de familia, en 2004, debe autorizarla un juez. No es tema ya hoy. Sí lo es que las mujeres tengan su trabajo y su dinero.

¿Y que hay de esos consultorios de sexo en televisión, como el de la egipcia Heba Koth titulado ?Hablando en serio?, o esos otros en las ?webs?? Ah, sí, hay muchos. Pero no es novedoso para nosotros.

¿No es novedad? No. Porque en el islam siempre se habló de sexo. Es parte de la vida. Para los cristianos tiene que ver con la reproducción; para nosotros, no. De hecho, hay montones de libros clásicos sobre posturas, afrodisiacos, comidas, plantas? Te recomiendo un libro, The perfumed garden, de Nefwazi, y hay otro sobre cómo los hombres mayores pueden mantenerse jóvenes que? Bueno, muchos? El islam es una religión bastante antimasculina de hecho, porque no está en contra del cuerpo, no lo reprime como el cristianismo. Y Mahoma es un hombre casado que disfruta de serlo.

¿Hay muchas diferencias con la sexualidad occidental? Sí, pero antes quiero apuntar la mayor: la pornografía. Y por cierto, si quieres poder aquí, debes invertir en medios de comunicación. ¿Sabes cuántos canales panárabes hay? En 1981 había uno. En la primera guerra del Golfo vimos las bombas por la CNN; seis meses después abrió la MBC. Ahora son 465 vía satélite. Y los occidentales, claro.

Decía que la sexualidad es distinta? Ah, sí, en estos canales no hay pornografía. Y el sexo?, bueno, ahora debatimos sobre lo erótico en los videoclips? Hay bailes, canciones, pero nunca sexo explícito. Me gustan por su estética. Lo que no me gusta tanto es que, cuando me alojo en un hotel europeo, haya canales porno? Verlos o no es algo que quiero controlar yo, no que me bombardeen sin quererlo. Por cierto, la costa española está a unos 13 kilómetros de Tánger, ¡13! Y me puedo dar por contenta si consigo ver Al Yazira desde Madrid. ¡Un ejemplo de interés mutuo!

¿Parece que las cosas están cambiando muy deprisa en Marruecos? El Marruecos que yo conocí ya no existe. Hablo como socióloga. Siempre pensé que los cambios aquí, en el Tercer Mundo, van más rápidos que en Europa. ¿Por qué? Porque en Europa tienes el poder de pararlos: los intereses de la gente, los de las multinacionales para asegurarse el poder. Aquí, ese poder está centralizado. E influye, claro, también el desarrollo de las tecnologías. La industrialización en Europa necesitó tres siglos? Así que el mejor regalo que nos han dado son las tecnologías de la comunicación? Y las estadísticas oficiales de su uso se quedan cortas. Porque en pueblos perdidos del Atlas no hay quizá ordenadores personales, pero sí un cibercafé. Tecnología?, son los pobres quienes mejor la usan. Lo cuento en mi libro El hilo de Penélope. Encontré a un artista en Zagora, le pregunté cuánto valía su obra y me dijo: ?En mi página web está el precio?. ?¿Pero tienes una web tú, y yo, que soy profesora de universidad, no??. Y él respondió: ?Sólo puedo sobrevivir si estoy comunicado. Internet es mi respiración?. Ha hecho realidad su sueño gracias a la tecnología. Ésa es la solución para muchos, para no emigrar.

¿Es un buen medio la Red para acercar posiciones? Mira, tengo 68 años. Y no pienso ya en términos Este-Oeste, sino como mujer de edad. Sólo sé y veo que en París, por ejemplo, nadie mueve un dedo por ayudar a sus mayores, y eso es criminal. Para mí, se trata de asegurar la implicación social de los jóvenes. Ellos deben garantizar ese cuidado de unos a otros? Europa vive en un sueño?, porque la realidad es que necesita mano de obra joven? Es estúpida esa selección de la emigración? No puede vivir sin los africanos. ¿Cuál es el problema? Cómo integrarlos. Bueno, si hay un accidente aquí, rápido aparecen 30 personas para ayudarte? Pero si estás en Nueva York, te puedes morir en la calle y a nadie le importa. Lo que me pregunto es cuánto va a durar esto en Marruecos?

La nueva normativa europea sobre inmigración cierra mucho las puertas a? Y nosotros tenemos también el problema de la migración interior. Por ejemplo, en el sur de Marruecos. Los bereberes. Muchos te dicen: no podemos irnos porque nuestra cultura desaparecerá. La población disminuye. Se traslada a la ciudad. El desierto se muere. ¿Cómo pararlo? ¡Uf! Sobre el exterior: no comprendo a los europeos. Si yo fuera una mujer mayor francesa tendría claro que no puedo vivir sin la ayuda de los jóvenes. ¿Solución? Crear planes para Madrid, para Galicia, para el Mediterráneo? Planes de alimentación, de población, de existencia común.

Quizá el miedo europeo no es ante los que llegan, sino ante lo que traen consigo: religión, tradiciones, el cambio? Pero ¿quiénes son los emigrantes? Los europeos mismos. Claro, que otra cosa es el comportamiento en uno u otro lado. Volviendo al escenario de la playa: voy allí, los chavales están jugando al fútbol, y al llegar les digo: ?Quiero pasar y tengo miedo?. Y se paran. No sé si eso lo hacen los hijos de emigrantes en Madrid. Eso es un problema real. Los chavales europeos no tienen esa vinculación común, tan fundamental. ¿Por qué no les permiten sentirse europeos? Porque Europa es una suma de individualidades, no una comunidad.

¿Y cómo hacerlo? Verlo y analizarlo. Cuando contemplo en la tele la violencia de los jóvenes en Inglaterra, por ejemplo, pienso: ¿por qué se matan unos a otros? La sociedad europea está enferma. Y está llegando hasta nosotros en forma de consumo exacerbado: que es la ausencia completa del amor altruista, comunitario. ¿Cómo pararlo? ¿Qué es lo que está mal en la sociedad occidental? No se habla aquí mucho de eso. Porque siempre se dice que los europeos son felices, tienen democracia, pero ¿qué democracia es ésa? No es algo que me guste decir?, pero, por ejemplo, Gibraltar. Es una frontera fantasma, nunca existió en realidad. ¿Y Ceuta? Bueno, españoles, portugueses?, todos estuvieron aquí. La idea de separación es un mito. Pues con la tecnología podemos comunicarnos globalmente como individuos, romper esos hilos de poder que mueven las cosas, aumentar lo que llamo ?la sinergia cívica?? Maravilloso.

Sí, permite lo positivo, pero también lo negativo: es una buena vía de conexión entre terroristas. ¡Pero si muchos de los terroristas provienen de Europa misma! Para mí, la cuestión es averiguar cuál es la semilla y la tierra, el caldo de cultivo que lo produce. Necesita nacer y crecer como las plantas. Lo resolveremos si sabemos por qué sucede, no con tópicos como que todos los terroristas son musulmanes. Insisto, no hay que olvidar que la Red permite conexiones múltiples, y en Europa viven grandes humanistas, tantos y tantos anticonsumistas?

Y otro de los problemas en los países islámicos es la creciente financiación por parte del fundamentalismo? ¡Ah!, pero construir hoy madrasas no significa lo mismo que en los años ochenta. La gente no va a buscar la información allí si hay Internet. Ahora la manipulación es muy difícil. Siempre puedes consultar, comparar, contrastar. Además, Internet está dejando claro algo que los europeos ignoraban: que el islam no tiene iglesia, que no hay iglesia que te pueda manipular? Otro tema interesante ahora es decidir, como hicieron ya los sufíes, si importa o no tu religión a la hora de formar parte de la ummah, o si basta sólo el amor hacia los otros. Mira este cartel de Al Andalus, del poeta Ibn Arabi, del siglo XIII. Dice: ?Yo creo en la religión del amor. Donde quiera que la caravana del amor vaya, allí estarán mi religión y mi fe?. Ahí da la solución a muchos de nuestros problemas.

 

 

...y de nuevo el 13

...y de nuevo el 13

El cuento número trece, de Diane Setterfield, es la próxima lectura; nos hemos citado para el martes 10 de febrero a las seis de la tarde en la biblioteca del instituto.

El cuento número trece se inicia cuando la joven estudiosa de la literatura Margaret Lea recibe una carta de la vieja escritora Vida Winter, una celebridad que ha dado variadas e inquietantes versiones sobre su vida, en donde le asegura que a ella sí le contará la verdad para que escriba su biografía. La joven acepta y se traslada a la casa de la autora en donde residirá hasta acabar el encargo. Ahí se reúne con la anciana, cuando el trabajo y la salud se lo permiten, y empieza a escuchar una turbadora historia, que la trasladará varios años atrás a una mansión en donde habitan dos gemelas, un ama de casa retraída, una institutriz severa, un jardinero, familiares trastornados, amores condenados, vecinos temerosos… y un fantasma.





El número 13 en el primer encuentro

El número 13 en el primer encuentro

Por fin el martes 13 de enero pusimos en marcha nuestro club de lectura, en el que hemos depositado tantas ilusiones. Es un club del que forman parte madres del AMPA ( de momento, no hay padres...) y profesores/as del Proyecto Lector del centro. En esta primera reunión hemos compartido impresiones tras la lectura de El niño con el pijama de rayas ( edit. Salamandra), de John Boyne. De momento somos poquitos, pero sólo de momento...Estamos convencidos de que este club nos va deparar muchas y buenas sorpresas.

Estos son algunos comentarios de nuestras lectoras:

Lo que más me sorprende de este libro es la crueldad de ciertas personas de ese régimen, la impotencia de otras muchas y la ingenuidad de Bruno 

                                                    Inmaculada Mera Clavijo

Es la primera vez que leo algo que trata sobre el horror del holocausto, que lo relata con tantos eufemismos y a través de unos ojos inocentes

                                                   Encarna Cordero